No voy a ser yo el que inste a la gente a hacer cosas de las cuales yo no soy ningún experto. No quiero hacer de gurú de la educación ni tampoco de hater… es difícil ser consecuente en estos tiempos que corren.
Pero quiero decir fuerte y alto que la mediación en los centros educativos es una gran cosa. La idea de mediar siempre me ha rondado. Nunca me han gustado los conflictos pero entiendo que hay veces que es la única manera de progresar. El conflicto es necesario. La mediación es un buen recurso para madurar como persona independientemente del rol que te toca desempeñar. Desde el rol del educador me siento muy cómodo. Supongo que tener bien claro que la comunicación es el elemento más importante y que se debe dar de forma circular me ha ayudado a resolver muchos conflictos que se dan en el aula. Saber detectar las emociones es clave, debo decir que como maestro, entrenador y padre es una herramienta muy útil. La primera dificultad que hay que solucionar es la de fijar el espacio temporal. En qué espacio temporal nos encontramos, y sobre todo en cual queremos actuar. Que queremos regodearnos en lo que nos ha llevado al conflicto (pasado), vivir al día sin más (presente) o llegar a un acuerdo para poder afrontar lo que que venga (futuro) Si llegamos a la conclusión que la mediación es una manera de mejorar el presente y no el pasado, creo que iremos por buen camino. Aprendiendo de los que saben sobre esto de la mediación, me sorprende que las causas pasan a un segundo término. Vamos, que no son importantes. Que el mediador no soluciona simplemente guía y proporciona estrategias. Sin duda el hecho de querer iniciar un proceso como éste va a provocar una serie de reacciones que bien llevadas y estructuradas va a mejorar las situaciones de conflicto. Se desarrollan habilidades que contribuyen al crecimiento personal y se suelen poner en práctica las habilidades de relación. Muchas veces incluso no sabemos que tenemos esas habilidades y en los alumnos son un buen punto de partida para saber cómo afrontar situaciones potencialmente conflictivas con los amigos, familias, parejas etc. En este proceso de mediación no hay vencedores ni vencidos. Hay que distinguir entre mediación y arbitraje. En la mediación las partes en conflicto deben acudir de forma voluntaria nunca forzada. El arbitraje es otra cosa. En definitiva, la medicación funciona, es como aquel alumno que tiene una pesadilla y por el simple hecho de contarla y expresar esas emociones ya se siente mejor.
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Javier Ferriol
Es el blog de mi formación. También de mis cosas. De mi vida. "Un poc de tot" Archivos
Abril 2024
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